RUTA DE LAS MIL KASBAHS CON NOCHE MÁGICA EN EL DESIERTO
- Salida desde Ouarzazate.
- Duración: 5 días/4 noches.
ITINERARIO:
Visita guiada por ouarzazate- kasbah de tifoultoute- valle de ounila -kasbah de ait ben haddou- kasbah de telouet-lago de el mansour eddahbi- el palmeral de skoura- kasbah amridil- kasbah ait ben moro- el valle de las rosas- el valle y las gargantas del dades- gargantas del todra y el valle del draa- kasbah oulad othmane- kasbah de tamnougalt- agz- kasbah del caid ali en agdz- y según la elección, excursión en camello
Por el desierto y noche en campamento de haimas en erg chegaga o las dunas de tinfou- fint oasis.
- Fin de recorrido: Ouarzazate.
DESCRIPCIÓN DE LA RUTA
DÍA 1: KASBAH DE TIFOULTOUTE- RECORRIDO POR EL VALLE DE OUNILA Y VISITA A LA KASBAH DE AIT BEN HADDOU- KASBAH DE TELOUET.
Hoy recorreremos la ribera del río Ounila, que da nombre a este Valle del sur del Gran Atlas. El valle forma parte del sistema de oasis del sur de Marruecos, declarados patrimonio de la humanidad por la UNESCO, pero antes de partir iremos a visitar la Kasbah de Tifoultoute. Esta kasbah se encuentra a apenas ocho kilómetros de Ouarzazate. Su construcción, ordenada por el Clan de los Glaoui, data del siglo XVII, con el principal objetivo de dar alojamiento a los invitados del Pachá de Marrakech. Fue declarada en 1953 Patrimonio de la Humanidad. Por desgracia, parte de ella se ha ido deteriorando como consecuencia del transcurso del tiempo y la falta de fondos suficientes para su preservación, pero se puede visitar parte de la construcción, que actualmente alberga las instalaciones de un hotel restaurante. Es bastante probable que el complejo os resulte familiar. La kasbah fue escenario de rodaje de las películas Lawrence de Arabia de David Lean y Jesús de Nazareth de Franco Zefirelli. Tendréis tiempo suficiente para visitarla. Tras la visita pondremos rumbo al Valle de Ounila.
El Valle de Ounila es uno de los valles más espectaculares de Marruecos. El pequeño río es el causante de la transformación del hostil paisaje desértico en un auténtico vergel, poblado de palmerales, higueras y almendros, que contrastan con los ocres y rojos del entorno circundante y los abruptos acantilados que bordean parte de su cauce. Como sucede por el sur del país, el curso del agua, generador de vida, propició la aparición de numerosas poblaciones en sus orillas, construidas con tierra, piedra y paja, materiales de construcción de uso en la zona, habitados por descendientes de tribus bereberes. La singular belleza del paisaje atrajo a multitud de pintores, como Jacques Majorelle, cuyo nombre os resultará conocido seguramente por dar nombre a un famoso Jardín en Marrakech. Luces, colores y arquitectura del Valle quedaron inmortalizados en parte de sus lienzos.
A lo largo de la carretera veremos decenas de Kasbahs, algunas lamentablemente en un estado de ruina, entre las que destacan las de Ameniter, Anguelz y Tamdagh y el granero colectivo de Tazlaft (de morfología externa muy similar al de una kasbah) , hasta llegar a la más famosa de todas: la excepcional Kasbah de Ait Ben Haddou, declarada patrimonio de la Humanidad en 1987 y probablemente la más conocida de todas las kasbah de Marruecos.
En realidad, aunque se la conozca popularmente con el nombre de Kasbah, en realidad Ait Ben Haddou es un Ksar. Los Ksar con pueblos amurallados, protegidos por torres de vigilancia, al modo y con la misma finalidad defensiva por la que se construían los castillos medievales. La kasbah es una casa fortificada – no una población como el Ksar- en la que residía la nobleza o personas de relevancia social.
Este Ksar, propiedad de la Tribu o Clan de los Ben Haddou, fue construido en el siglo XI en una pequeña meseta en la orilla derecha del río Ounila, desde la que se domina el cauce medio del Valle, Se convirtió en uno de los principales puntos estratégicos de control de la ruta que unía la antigua Sudán con las ciudades imperiales de Meknes, Fez y Marrakech, vía Telouet. En el interior discurre un auténtico laberinto de calles que se agrupan en tres zonas, el barrio popular en el que se sitúa la plaza pública, la mezquita y la escuela coránica, que cuenta con casas de una o dos plantas, el barrio judío, en franco deterioro, en la parte superior derecha y el barrio aristocrático, que es el que ocupa la parte baja, que se reconoce fácilmente por sus casas de cuatro y cinco plantas y la bella decoración externa. En lo alto de la colina hay un mirador, donde se encuentra la construcción destinada a granero – situado estratégicamente en lo alto del cerro a fin de proteger las fuentes de alimento en caso de asalto- desde el que podréis disfrutar del extraordinario paisaje y de los contrastes entre el desierto y los palmerales con el fondo de la Cordillera del Alto Atlas. Cuenta también con dos cementerios, el musulmán y el judío. Actualmente residen poco más de diez familias, ya que la mayor parte de los residentes del Ksar se trasladaron a vivir al pueblo “nuevo”, que se sitúa en la otra orilla del río. Muchos de los edificios son actualmente tiendas donde se venden artículos de toda clase pero principalmente artesanía local y talleres de artesanos donde los podréis ver trabajando en su oficio.
Sin duda la Kasbah de Ait Ben Haddou es uno de los lugares más fotografiados de Marruecos y una de las imágenes icónicas de este país por ser el set de rodaje de cientos de películas desde los años sesenta del pasado siglo, algunas de ellas muy populares, como la Joya del Nilo, Gladiator, Alejandro Magno,
Lawrence de Arabia y ya últimamente, el escenario de parte de la tercera temporada de la popular serie de televisión de Juego de Tronos.
Estas kasbahs proliferaron por la necesidad de dar servicio y protección a las caravanas comerciales que se dirigían desde el África Subsahariana a Marrakech atravesando el puerto de Tizi-n-Tichka. Probablemente, las más importantes en este camino fueron la de Ben Haddou, y la de Telouet, situada estratégicamente antes de afrontar la última subida del puerto que da paso a la ciudad imperial de Marrakech. Entre una y otra, haremos una breve parada para visitar la Kasbah de Tamdaght, a sólo siete kilómetros de Ait Ben Haddou, una kasbah poco conocida que, aunque en parte en ruinas, tiene mucho encanto. Esta Kasbah, construida en el siglo XIX, cuenta con nueve torres de vigilancia, algo que no es habitual. Aunque reside en ella una familia, es posible visitarla. Es desde Tamdagh que el río empieza a encajonarse y el terreno gana espacio en forma de pronunciadas pendientes rocosas. A partir de Amniter la carretera se aleja del río para ir ganando altura, para llegar a Telouet tendremos que dejar el asfalto para seguir una pista de tierra jalonada de baches.
La kasbah de Telouet , también conocida como Kasbah Glaoui no se suele visitar, porque está un poco alejada de la conocida como ruta de las mil Kasbah, pero aunque por fuera el deterioro de la kasbah es evidente, guarda tesoros en su interior insospechados.
La Kasbah de Telouet fue construida entre los siglos XVIII y XIX en un enclave estratégico del Alto Atlas marroquí, antes de afrontar la última subida del puerto que da paso a la ciudad imperial de Marrakech, lo que le permitía controlar el paso de todas las mercancías que circulaban por el Atlas y también cercana a una de las principales minas de sal de Marruecos, una mercancía muy preciada. Esto permitió a la familia amasar una considerable fortuna. Probablemente el miembro más conocido de la familia fue Thami el Glaoui, Pachá de Marrakech y Señor del Atlas. Fue uno de los hombres más ricos del mundo. Tras su muerte, sus propiedades y riquezas pasaron a formar parte del estado.
El interior del palacio es de una gran belleza. La decoración, en estilo andalusí, está compuesta principalmente de azulejos, estucado, y techos de madera de cedro policromada y es tan exquisita que compensa con creces el desvío. Desde la terraza de la azotea podréis gozar de una panorámica inmejorable del pueblo de Telouet y de la cordillera del Atlas.
Tras la visita regresaremos a Ouarzazate.
DÍA 2 – LAGO DE EL MANSOUR EDDAHBI- EL PALMERAL DE SKOURA- KASBAH AMRIDIL- KASBAH AIT BEN MORO- EL VALLE DE LAS ROSAS- EL VALLE Y LAS GARGANTAS DEL DADES.
Antes de comenzar la jornada, que será intensa, haremos una parada a las afueras de Ouarzazate para ver el lago artificial de El Mansour Eddahbi. En realidad, el lago es un conjunto de lagos interconectados que constituye la principal reserva de agua cerca de Ouarzazate. El río Dades, uno de los más importantes de Marruecos, que recorreremos hoy, desemboca en este lago con el que iniciaremos nuestro recorrido. Será una parada breve, porque realmente tiene mayor interés nuestra siguiente visita.
El palmeral de Skoura, enmarcado por el imponente macizo del M’Goum al norte y la desértica cadena del Jebel Saghro al sur es un inmenso palmeral que cuenta con más de 140.000 palmeras. Lo que distingue a Skoura de otros palmerales del sur es la gran concentración de Kasbahs que alberga en su interior, un rico patrimonio arquitectónico que nos habla del esplendor de épocas más gloriosas que, por desgracia, se va perdiendo por falta de trabajos de conservación y financiación que los permita.
Skoura es una de esas visitas que requieren de un paseo a pie tranquilo para disfrutar de su gran belleza, de cómo se puede crear un entorno artístico y armónico con los materiales más básicos que nos proporciona la naturaleza, y que sobretodo nos habla de un modo de vivir en un tiempo que parece haber quedado en suspenso. Es una joya fuera de los circuitos turísticos convencionales en Marruecos que crece entorno a un oasis poblado de palmeras, almendros y olivos mandadas plantar en el siglo XII por el sultán almohade Yaqub al-Mansour.
Una de las peculiaridades de Skoura es que su población sólo habla árabe. Aunque en su origen la población era principalmente bereber, en el siglo XIX fue mayoritariamente ocupada por tribus árabes procedentes del valle del Draa, posiblemente a causa de una importante epidemia de peste que diezmó su población inicial.
Como ya os comentamos, en el interior del palmeral hay varias decenas de kasbah, pero las más conocidas son la Kasbah de Ameridil y la de Ait Ben Moro, que iremos a visitar.
La Kasbah de Ameridil es una de las mejor conservadas. Empezó a construirse a finales del siglo XVIII, en torno a ocho casas unidas por las fachadas a las que se agregaron torreones de vigilancia en cada esquina y en las zonas centrales de los muros. En el siglo XX se amplió la construcción. La parte más moderna, que alberga un riad, es la que se puede visitar. Tienen una pequeña exposición de útiles tradicionales.
La Kasbah de Ait Ben Moro, como la de Ameridil, es un extraordinario ejemplo de Kasbah colectiva. También data del siglo XVIII. Actualmente tiene un uso hotelero, como muchas de las que se conservan en el palmeral. Es la rehabilitación con estos fines la que está permitiendo conservar este patrimonio arquitéctonico único.
Tras esta inmersión en la cultura de las kasbah, hoy dedicaremos el día a disfrutar del extraordinario contraste de los paisajes del Atlas.
Aunque, antes de desarrollar lo que a continuación veremos quisiera comentaros que a apenas veinte kilómetros al norte del palmeral, a setenta kilómetros de Ouarzazate, se iniciaron años atrás unos trabajos de exploración arqueológica muy exitosos, que aún continúan. Los aficionados a los dinosaurios seguro que conocerán que se encontraron en estas tierras dos ejemplares de Tazoudasauros, un “pequeño” saurópodo de apenas dos toneladas de peso. Un gran lagarto que vivió a principios del periodo jurásico, hace aproximadamente 180 millones de años. No es el único descubrimiento importante realizado en Marruecos.
En 2017 se dio a conocer a nivel mundial el descubrimiento de los restos más antiguos que hasta ahora se conocen de homo sapiens que retrotraen la historia de esta especie, la nuestra, a 100.000 años atrás. El hallazgo se produjo en el yacimiento de Djebel Irhoud, en una cueva situada a 100 kilómetros al oeste de Marrakech.
El Valle de las Rosas está situado a los pies del Alto Atlas, en la confluencia con el Valle del Dadés, que será la visita que haremos a continuación. El nombre del Valle responde al hecho de que el principal cultivo de la zona es la rosa, que ocupa cientos de hectáreas de terreno, aunque también en la zona se cultiva azafrán. La mejor época del año para disfrutar del paraje es desde mediados de abril a mediados
de mayo, la época de la floración. La embriagadora fragancia de los rosales se aprecia más durante el mes de mayo.
La destilación de esencias y la producción de perfumes es la industria más importante de la zona.
La rosa que aquí se cultiva es la rosa damascena, una de las especies más cotizadas del mundo a causa de su intenso perfume. Es además una de las especies más resistentes al frío y la sequía. Se cree que esta variedad de rosa fue introducida en el siglo XI por alguna de las caravanas comerciales procedentes de La Meca.
Se necesita una tonelada de pétalos de rosa para producir un kilo de esencia de rosas. La recolección es un una actividad dura y esencialmente femenina. Cosechar un kilo es una labor en la que se tarda más de una hora. Si tenéis interés en conocer detalles sobre la recolección y elaboración de esencias podemos visitar una cooperativa local en Keela M’gouna.
El pueblo más conocido del Valle es Keela M’gouna por ser la sede de uno de los festivales más importantes de Marruecos: “el festival de las rosas”, que se celebra cada año el primer fin de semana de mayo, muy concurrido por la asistencia de familias marroquíes residentes en otras ciudades que acuden a la llamada de la hospitalidad por la que es famosa la población del Atlas. Durante los días del festejo Keela llega a duplicar su población. En el festival se respira un ambiente de alegría, se disfruta de la gastronomía de la zona, es una plataforma perfecta para conocer los productos de la artesanía local, hay desfile de carrozas y la música y los bailes tradicionales resuenan por toda la ciudad
Continuamos hacia el Valle del Dades, valle que toma su nombre del río que transcurre por él.
Curiosamente, este valle carece de palmeras datileras, algo poco habitual en el sur de Marruecos, sin embargo sí son abundantes las higueras, por ello a este valle también se le conoce como el Valle de los higos, aunque también encontramos otros cultivos, como el trigo, chopos, abedules, nogales y almendros. Donde el agua llega es un vergel, donde no, es un desierto.
El silencio rodea el impresionante paisaje, espectaculares formaciones rocosas bordean el curso sinuoso del rio, que se abre paso a través de acantilados dorados y rojizos.
Pasaremos por Boumalne Dades donde realizaremos una parada para contemplar los llamados ‘’dedos de mono‘’. Los acantilados de Tamlalt son unas curiosas formaciones de arenisca roja en forma vertical y redondeada. Vistas desde la distancia y debido a su disposición agrupada parece una agrupación de dedos esculpidos en la roca, de ahí que se les conozca como “dedos de mono”. Son uno de los grandes atractivos de las gargantas del Dades. A partir de esta zona la tierra se tiñe de rojo, por la presencia del óxido de hierro en la roca.
A unos seis kilómetros de Boulmane Dades, en Ait-Youl, veremos desde el exterior la Kasbah de Mohadach. Tiene una peculiaridad en la que quiero que os fijéis, porque esta kasbah tiene cinco torres. Lo habitual es que las kasbah no posean más de cuatro, normalmente situadas en las esquinas.
Haremos noche en un bonito riad de la zona, donde os servirán una deliciosa cena a base de platos de la gastronomía bereber. Disfrutaréis de tiempo libre para dar un agradable paseo por el entorno.
DÍA 3.- GARGANTAS DEL TODRA Y EL VALLE DEL DRAA- KASBAH OULAD OTHMANE- KASBAH DE TAMNOUGALT- AGZ.
Después de desayuno nos podremos rumbo a uno de los puntos fuertes del Sur: Las Gargantas del Todra. Este valle del Todra forma parte de ecosistema del Oasis del Tinerhir.
El cauce del Río Todra ha formado un desfiladero de paredes verticales de enormes proporciones (300 m) y gran belleza; a quince kilómetros de Tinerhir el desfiladero se va estrechando por el paso del río, que en este tramo es muy poco profundo, creando un pasadizo cerrado que cuando se recorre a pie hace que la altura del cañón se perciba más impresionante y se tenga conciencia de nuestro pequeño tamaño.
La garganta del Todra es un famoso lugar de escalada en Marruecos pero sobretodo, es un lugar único. Realizaremos una pequeña caminata, de aproximadamente media hora, en esta parte en que el cañón se estrecha, para que podáis apreciar en todos sus detalles la belleza agreste del paisaje. Las Gargantas del Todra, a diferencia de las del Dades, se ven desde abajo. Las del Dades se ven desde arriba, tras recorrer una carretera sinuosa y algo peligrosa.
Desde allí nos dirigiremos hacia el Valle de Draa, que se extiende desde Agdz y Zagora, realizando la antigua ruta de caravanas entre las montañas y el río. Esta ruta, que tiene aproximadamente 200 km., es uno de los recorridos más bellos de Marruecos.
Este precioso valle que discurre junto al río que lleva el mismo nombre. Es el río más largo de Marruecos y cruza todo el país hasta Mauritania. El río, de casi 400 kms, permanece invisible en el tramo intermedio entre Agdz y M’hamid a lo largo de más de 60 kms, su curso discurre subterráneo, el paisaje ante los ojos es árido, hostil y desolado, para volver a emerger desde Agz, que literal y acertadamente se traduce como “lugar de descanso”, a partir de esta población la naturaleza se desborda por la presencia del agua. Palmerales y campos de cultivo abarcan el horizonte al que la vista llega, en un derroche de vida que no sería posible sin la presencia del río. Pueblos fortificados y kasbahs se suceden a lo largo del Valle, en un paisaje de gran belleza marcado por el fuerte contraste entre el desierto y la verde vegetación que crece al amparo del río, evidencia de la osadía y magnificencia de la vida, que es capaz de emerger incluso en un entorno hostil. En esta zona abundan, junto a las palmeras, los árboles frutales, principalmente higueras y granados. Conforme vayamos avanzando por el valle del Draa hacia el sur podréis observar que la piel de los habitantes se va oscureciendo. Son los descendientes de los haratines, los primeros habitantes de los oasis del Sáhara, que se instalaron allí cuando el Sáhara se desecó. Los haratines son un grupo étnico distinto al resto de los pobladores locales, de ascendencia árabe y bereber, que se extiende por el sur de Marruecos, Sáhara occidental, Mauritania y Argelia y aunque, ya no está presente la comunidad judía, pues casi todos abandonaron Marruecos en 1967, no se puede negar la influencia que éstos tuvieron en el desarrollo de la economía del valle, por cuanto muchos de los oficios que perduran en los palmerales de los oasis del sur, como la carpintería, la joyería, los trabajos en latón, el trenzado de alfombras y demás fueron introducidos y desarrollados por los judíos que encontraron refugio en la zona tras la destrucción del Templo de Jerusalén y a causa del hostigamiento de griegos, romanos, cristianos y árabes.
En el valle del Draa se contabilizan más de cien Ksar, unos en ruinas, otros aún habitados o reconducidos hacia el alojamiento turístico.
De camino a Agdz visitaremos dos Kasbah, la de Oulad Othmane y la de Tamnougalt.
La primera, la Kasbah de Oulad Othmane, en la población del mismo nombre, data de la primera mitad del siglo XIX. Fue mandada construir por el líder de la tribu árabe Ouled Yahía, originaria del Yemen, y leal a Glaoui, cuando el resto de las tribus se levantaron frente a los franceses a principios del siglo XX. Es un magnífico ejemplo de la arquitectura de adobe. Actualmente es un destino hotelero.
Tamnougalt es una población a poco más de cinco kilómetros de Agdz. El conjunto arquitectónico de la Kasbah y el Ksar, declarado Patrimonio de la Humanidad, es un rincón de imponente belleza, el más importante enclave de la arquitectura tradicional marroquí en tierra y uno de los más bellos del sur del país. Fue elegida por Bertolucci para la filmación de parte de la película de “El Cielo Protector”.
En un principio, Tamnougalt era un importante enclave de la comunidad judía, pero posteriormente se asentaron en la zona inmigrantes, principalmente de Nigeria y Mali y de la tribu bereber de los Mezguitas. Esta población data de hace más de quinientos años, aunque en realidad su expansión urbana llega a su apogeo en el siglo XVI, época en la que se construye la Kasbah, al establecerse en el ksar un miembro de la familia de los Mezguitas.
Su enclave es privilegiado, en el cruce de un camino que desde siglos se venía utilizando por las caravanas que venían desde Asia, de ahí el nombre de la población, que se traduce como “cruce de caminos” o “encrucijada”. Por ello, desde el principio, los habitantes del Ksar brindaban protección a las caravanas, les ofrecían hospedaje, y de este modo la localidad llegó a ser un importante centro de comercio, que gozaba de prosperidad gracias al cobro del derecho de aduana sobre todos los géneros y mercaderías que pasaban por esa ruta.
Los dromedarios de las caravanas que venían del sur lo hacían cargados de oro, marfil, esclavos, sal. Por esta razón la mayoría de la población de Tamnougalt y Agdz es de raza negra, como sucede en Khamlia, porque descienden de esclavos.
La kasbah de Tamnougalt destaca por la extraordinaria decoración de las paredes y la altura de sus torres. En el interior de la Kasbah hay un pequeño museo sobre los hábitos de vida en un ksar.
En el ksar las casas tienen normalmente dos plantas. Las familias residen en la superior o en la inferior en función de la temperatura exterior. Son casas bastante frescas a pesar del calor extremo en algunas temporadas del año. Todas estas casas están conectadas entre sí por pasadizos cubiertos.
DIA 4.- AGDZ- KASBAH DEL CAID ALI EN AGDZ- Y SEGÚN LA ELECCIÓN, EXCURSIÓN EN CAMELLO POR EL DESIERTO Y NOCHE EN CAMPAMENTO DE HAIMAS EN ERG CHEGAGA O LAS DUNAS DE TINFOU.
Agdz es una pequeña población, situada a unos 69 kilómetros de Ouarzazate, de 11.000 habitantes, en cuyo paisaje domina la presencia de la impresionante cresta rocosa del Djbel Kissane, de 1.535 metros de altitud, que sigue el curso del río Draa cerca de 40 kms. Su economía se basa principalmente en la agricultura y el turismo, porque desde esta ciudad parten muchas de las rutas de 4×4 que se dirigen hacia el oeste hacia Taroudant y Tazenakht, como en su momento fue ciudad de acogida, por su emplazamiento, de las rutas comerciales procedentes del sur.
En Agdz es especialmente destacable la Kasbah del Caid Alí, que visitaremos. Actualmente un emplazamiento hotelero regentado por los descendientes del Caid Alí, jefe de los Mezguita, un personaje célebre en la historia de Marruecos por su enfrentamiento contra el Pachá El-Glaoui que buscó el apoyo de las tribus del sur en intento de derrocar al Rey Mohammed V.
La kasbah ofrece la posibilidad de una visita guiada de excepcional interés por las instalaciones, en la que destacan principalmente el recorrido por los salones de recepción y el despacho del Caid, así como la azotea desde la que tendréis unas magníficas vistas del valle.
También tiene interés la kasbah Glaoui, a la que durante el reinado de Hassan II se le dio un uso como cárcel secreta.
Un aspecto realmente único de esta ciudad es el huerto de Hart Chaou. Es una práctica de agricultura comunitaria. El oasis es un recurso compartido que cultivan los habitantes de la ciudad.
DOS OPCIONES:
1.- M’HAMID –NOCHE EN EL DESIERTO EN ERG CHEGAGA.
La opción más recomendable, si lo que buscas es la experiencia de no ver vestigios de civilización en decenas de kilómetros a la redonda.
Erg Chegaga es “el otro desierto”, el que se visita menos al ser más inaccesible. Antes de llegar al campamento, visitaremos el Oasis Sagrado de Oum Lâalag.
2.- ZAGORA- NOCHE EN EL DESIERTO EN LAS DUNAS DE TINFOU.
Recorreremos el palmeral de Zagora y subiremos al Djbel Zagora para tener una visión panorámica de toda la zona.
Iremos a visitar con un guía la Ksar de Tissergate, a unos ocho kilómetros de Zagora, del siglo XVI, un magnifico exponente de la arquitectura defensiva del sur de Marruecos. El ksar es un laberinto lleno de esquinas y rincones secretos, en el que destacan principalmente sus conocidos pasajes cubiertos. Recorrerlos, tan oscuros y deshabitados como parecen, induce a pensar que el ksar está despoblado, algo lejos de la realidad, ya que en su interior viven más de cincuenta familias, pero el motivo de la confusión es porque los residentes hacen la vida en las terrazas que no vemos.
En el interior del ksar hay un museo realmente interesante, el Museo de Artes y Tradiciones del Valle del Draa. La colección del museo nos permite descubrir el modo de vida de las diferentes tribus que viven en la región.
DIA 5.- REGRESO A OUARZAZATE, RECORRIDO GUIADO POR LA CIUDAD Y VISITA AL FINT OASIS. FIN DE LOS SERVICIOS CONTRATADOS.
La ciudad actual de Ouarzazate nace como puesto militar en la época del protectorado francés. Se eligió este emplazamiento por su situación estratégica, pues Ouarzazate se encuentra a medio camino entre el desierto y la ciudad imperial de Marrakech y porque no se encuentra distante de la costa atlántica. Tened en cuenta que Ouarzazate está a media jornada de las dos grandes regiones desérticas de Marruecos, Erg Chegaga -a través de la ciudad de M’Hamid- y Erg Chebbi- a través de Merzouga-.
Pero, aunque la ciudad actual es joven, Ouarzazate ya contaba con un pasado rico en cultura e historia, ya que era una parada comercial de una antigua ruta mercante caravanera que conectaba el Oriente con Marrakech.
Ouarzazate es la gran ciudad de entrada al desierto, pero no es sólo desierto lo que ofrece, por cuanto su privilegiada ubicación la conecta con los oasis del gran sur y la conocida como ruta de las mil kasbah, declarada en su totalidad patrimonio de la Humanidad por su excepcional importancia. La más icónica de ellas, la kasbah de Ait Ben Haddou se encuentra muy próxima, apenas a 35 kilómetros.
Quizá fuera su proximidad con el desierto la causa de su nombre. Ouarzazate, en lengua tamazigh significa “sin ruido”. Hoy la ciudad está irremediablemente unida al cine. En ella se encuentran los dos estudios de producción cinematográfica del país, una escuela de cine y un museo del cine. Aquí residieron durante un tiempo directores y actores muy conocidos, como Martin Scorsesse que rodó en la ciudad Kundum, Brad Pitt y Cate Blanchet que a las órdenes de Iñárritu realizaron la conocida película de Babel, David Lean que situó aquí el rodaje de la famosa Lawrence de Arabia, Orson Welles, Ridley Scott con Gladiator, Bernardo Bertolucci sólo fueron algunos de entre muchos que por aquí pasaron un tiempo. La cercana Ait Ben Haddou fue set de rodaje de parte de la tercera temporada de Juego de Tronos.
En nuestra visita guiada recorreremos parte de esta historia visual de cine, pero también la parte nueva de la ciudad, como la Plaza Al-Mouahidine, una zona muy concurrida por los locales, que tiene un ambiente muy animado, la Avenida Mohammed VI, la Rue de la Poste o la Plaza de 3 de marzo, como la parte histórica de la medina con sus casas de adobe, zocos y cooperativas donde deleitarse con el ambiente, la artesanía y el color y aroma de las especias. El guía os enseñará los distintos barrios que se encuentran en su interior: el barrio árabe, la zona bereber y el barrio judío y los lugares de culto: sinagoga (actualmente un museo) y mezquitas.
Cercanas a Ouarzazate están las ciudades de Tinehir, conocida por sus bellos trabajos en joyería de plata y Errachidia, famosa por su artesanía en cerámica.
La gran atracción de la medina, sin duda por mérito propio, es la Kasbah de Taourirt, situada en la colina. Aunque llamada kasbah, realmente Taourirt, con sus 15.000 metros cuadrados es un ksar, un pueblo fortificado habitado comunicado por una intrincada red de callejuelas en torno a la residencia del Pachá. El ksar, realmente espectacular, empezó a construirse en el siglo XVII pero tuvo varias ampliaciones, la más importante de ellas en los años veinte del pasado siglo, por orden del Pachá de Marrakech, Thami El Glaoui, señor absoluto de las provincias del sur. Taourirt fue una de sus muchas residencias. Thami el Glaoui fue conocido como el Señor del Atlas y fue Pachá (Bajá) de Marrakech entre 1912 y 1956
La residencia del Pachá, es una de las kasbah más importantes de Marruecos. Se conecta con el mundo exterior a través de una pequeña entrada pero, en su interior alberga casi 300 habitaciones, dispuestas en un verdadero laberinto de pasadizos y escalones. Las estancias que se pueden visitar son parte de un proyecto de restauración realizado con el apoyo financiero de la UNESCO y aún hay una parte de la kasbah en ruinas, pero si vais a la parte trasera del edificio hay algunas familias que habitan entre ellas y que, a cambio de una tarifa, os darán a conocer por dentro sus hogares, es su modo de vida.
Merece también una visita el Atlas Corporation Studios, el estudio cinematográfico más importante de la ciudad, pero también podréis realizar una breve parada, si es vuestro deseo, en el otro estudio, el CLA Studio, situado a la entrada de la ciudad frente a la Kasbah Taourirt.
Terminaremos nuestra ruta haciendo una visita al Oasis de Fint, a unos 15 kilómetros de la ciudad en dirección a Zagora. El nombre del oasis es realmente proverbial, pues puede traducirse como “oculto” o “escondido”, y cómo sospechar echando un vistazo al entorno árido que tan próximo pueda encontrarse semejante vergel. En el oasis se encuentran cuatro pequeños pueblos, rodeados por acantilados de colores cambiantes conforme avanza el día, en los que sus habitantes llevan un modo tradicional y tranquilo de vivir muy distinto del de la vecina Ouarzazate. Merece la pena dar un pequeño paseo por ellos y dejarse llevar por el encanto de la vida rural de la hospitalaria gente del sur.
El circuito INCLUYE:
- Traslados de llegada y salida a su hotel/riad.
- Transporte durante todo el recorrido en vehículo privado de alta gama con aire acondicionado y conductor guía acompañante en el idioma de tu elección: español, inglés, italiano o francés.
- Visitas detalladas en el programa.
- Una noche en campamento en desierto, en régimen de media pensión (cena y desayuno).
- Excursión por las dunas del desierto en dromedario (un dromedario por persona), al atardecer o amanecer, según aconsejen las circunstancias.
- Tiempo libre para recorrer las visitas detalladas en el programa, así como las paradas que se soliciten para pasear o realizar fotos.
El circuito NO incluye:
- Bebidas.
- Propinas de visitas.
- Almuerzo de medio día.
- Todo lo NO especificado en “el precio incluye”.