6 Dias Desde Marrakech Maravillas De La Costa Atlántica
- Salida desde Marrakech.
- Duración: 6 días/5 noches.
ITINERARIO: Marrakech-El Jadida-Laguna litoral de Oualidia-Safi- Acantilados de la costa de Safi y cabo Bedouza-Essaouira- Sidi Kaouki- cabo Sim-cabo Rhir- Taghazout-Immouzer (El Valle del Paraíso)-Marrakech.
- Fin de recorrido: Marrakech.
Nuestro recorrido es muy marinero, un cántico de amor al mar, donde las olas vienen y van trayendo dulces recuerdos.
DÍA 1.- MARRAKECH-EL JADIDA
El Jadida es la capital de la provincia del mismo nombre. Es una de las ciudades más encantadoras de la costa marroquí, por ello, también es una de las ciudades más visitadas por el turismo nacional y extranjero.
La ocupación portuguesa durante más de dos siglos de la ciudad dejó una presencia imborrable. Los portugueses la tomaron en 1502 y permanecieron en ella hasta 1769. Llamaron a la ciudad Mazagán y llegó a ser el centro comercial más importante de Portugal en la costa atlántica africana.
En 1769 la ciudad fue conquistada por el sultán alauita Sidi Mohammed Ben Abdallah III, la ciudad pasa a llamarse El Brija El Jadida (origen del nombre actual) y la ciudad empieza a crecer extramuros.
La ciudadela portuguesa goza de la protección de la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad. En el bonito paisaje costero destaca la muralla almenada con cinco bastiones. Desde ella hay una espectacular vista panorámica de la ciudad, de la Puerta del Mar, de la Capilla de la Inquisición y del cementerio judío de la zona de la Mellah y del océano.
Las más importantes edificaciones del periodo portugués son el recinto fortificado, la Iglesia Manuelina de la Asunción, cercana a la Gran Mezquita de El Jadida (que cuenta con la peculiaridad de poseer el único minarete pentagonal del mundo árabe) y la cisterna portuguesa.
La ciudadela conserva su estructura medieval original y casas de arquitectura portuguesa con columnas cuadradas y balcones de hierro.
Una de las joyas escondidas de la ciudadela es la cisterna, una de las obras maestras de la arquitectura de principios del siglo XVI, un aljibe subterráneo de techo abovedado sujeto por pilastras. Cuando los rayos del sol penetran a través del tragaluz de la bóveda y se reflejan en el agua de su interior el conjunto adquiere una belleza poética difícilmente olvidable. La Cisterna se ubica en la calle Mohammed El-Hachmi Bahbah.
También es interesante visitar la antigua iglesia española de San Antonio de Padua.
El Jadida es una de esas ciudades de las que os marcharéis deseando regresar.
Haremos noche en El Jadida.
DIA 2.- EL JADIDA-LAGUNA LITORAL DE OUALIDIA-SAFI
Tras el desayuno nos pondremos en marcha. Nos dirigiremos a Oualidia, una preciosa localidad a poco más de una hora de camino. En el camino haremos una muy breve parada en la localidad de Moulay Abdallanm, donde nos encontraremos las ruinas de un antiguo monasterio fortificado del siglo XII, El Ribat del Tit, edificado por la tribu bereber de los Zenagas. En sus proximidades se celebra entre finales de julio y agosto uno de los principales moussen del país, el de Moulay Abdallah Amghar, famoso por las carreras de fantasías que emulan las luchas de los guerreros y por la animación nocturna del festival con grupos de danza (que recuerdan el modo en que se amenizaban las veladas a los combatientes) y de música folklórica, la feria de artes culinarias y espectáculos de cetrería.
Oualidia es una ciudad costera situada a unos 60 kms de El Jadida. Es un centro balneario de fama internacional. Debe su nombre a su fundador, el sultán El Ualid, quien construyó en la primera mitad del siglo XVII una Kasbah que tenía como finalidad proteger el puerto natural.
El mayor atractivo de Oualidia es su laguna litoral, bordeada por playas de arena y dunas, donde abunda el pescado y el marisco, zona de paso de las aves migratorias, y un lugar de gran belleza ideal para pasear y practicar deportes naúticos. En el verano se celebra un famoso festival, el Festival de la Ostra, en el que se realiza un desfile náutico de barcos de pesca amenizado por conciertos de música tradicional.
Es famosa en Oualidia la medicina tradicional a base de productos apícolas.
Dedicaremos la mitad de la mañana a pasear por el entorno de la laguna, hacer un pequeño paseo náutico por ella y recorrer esta pequeña y encantadora población de pescadores, tras lo cual nos dirigiremos a Safi, donde haremos noche.
Safi está ubicada en el emplazamiento de un puerto natural de fácil defensa, porque está situada en una amplia bahía rodeada de acantilados, y por ello, cuenta con una extensa historia a sus espaldas.
En sus orígenes factoría fenicia, fueron los portugueses quienes la convirtieron en el siglo XV en una importante escala en la ruta de la costa atlántica africana hacia Guinea, en un principio como un asentamiento comercial, hasta su ocupación oficial en 1508 en nombre del reino de Portugal.
Durante los poco más de treinta años que dominan el enclave, los portugueses procedieron a la construcción de un recinto amurallado dotado de unos imponentes baluartes defensivos, así como a la construcción de una catedral gótica.
En 1541 abandonan la ciudad a causa del asedio de los primeros sultanes saadíes. Con los saadíes la importancia de Safi como ciudad portuaria siguió creciendo, convirtiéndose en la salida al mar de la ciudad imperial de Marrakech.
En el siglo XVIII con la construcción de la nueva Essaouira, a la que se desvía la mayor parte de la actividad comercial, Safi entra en un periodo de decadencia, del que no saldría hasta el siglo XX, cuando en tiempos del Protectorado francés se construye el nuevo puerto y se convierte en el puerto sardinero más importante del mundo.
Haremos un recorrido por la zona de la medina, totalmente protegida por la antigua muralla portuguesa, que destaca por el fuerte contraste entre la arquitectura europea y la arquitectura tradicional islámica.
En el interior de la ciudadela destaca un palacio construido en el siglo XVIII como residencia del gobernador y que actualmente es sede del Museo Nacional de Cerámica, el bastión defensivo de la Kechla que guardaba la ciudad, la avenida principal, la Plaza de la Independencia, la Rue du Souk que atraviesa la medina, la Capilla Portuguesa que es lo que queda del coro de la Catedral gótica de Santa Catalina, edificada a principios del siglo XVI y el Castillo del Mar (ksar el Bhar), un extraordinario exponente de la arquitectura militar, construido por los portugueses.
Al final de la Rue du Souk se encuentra la Bab Chaaba, la puerta que da salida al recinto amurallado. A la derecha está la Colina de los Alfareros (es especialmente afamada la cerámica de Safi), en el que encontraremos talleres donde aún se sigue el proceso tradicional de elaboración de cerámica. La arcilla de la región es de especial calidad. La mayor parte de las tejas de los edificios de Marruecos proceden de Safi. Desde la colina del barrio de los alfareros hay unas vistas magníficas de la ciudad.
En verano tiene lugar en la ciudad la Fiesta del Mar.
Noche en Safi, en el hotel/riad de vuestra elección.
DÍA 3.- SAFI (ACANTILADOS DE LA COSTA DE SAFI Y CABO BEDOUZA)-ESSAOUIRA.
Tras el desayuno nos pondremos rumbo a Essaouira, la perla del Atlántico.
En el camino, que bordea la costa, veremos las playas de Safi, como la de Souira Kedima y haremos parada en los acantilados de Safi, que recuerdan a los acantilados de Moher en Irlanda.
A dos horas de camino llegaremos a Essaouira donde pasaremos el día de hoy y el de mañana.
DÍA 4.- ESSAOUIRA.
Essaouira, es mejor conocida por su antigua denominación MOGADOR, una palabra evocadora, en el imaginario colectivo, de una atmósfera de misterio y exotismo, de aventuras de piratas y filibusteros. Es una ciudad costera de la costa atlántica, al norte del cabo Sim, situada sobre una península baja y estrecha, con una economía basada principalmente en las actividades pesqueras y turísticas. Es una de las ciudades más fascinantes de la costa atlántica.
La visita ineludible en esta ciudad es la medina de Essaouira, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 2001. Quizá sus calles y trazados os resulten familiares porque esta ciudad fue escenario del rodaje de la tercera temporada de la famosa serie Juego de Tronos. La medina tiene un encanto especial, es una de las más bonitas de Marruecos.
Pasear por sus tranquilas calles de casas encaladas rematadas por puertas y ventanas de intenso color azul ornamentadas con detalles de filigrana sin sentir la presión del tiempo, sólo dejándose llevar por el sonido del viento, los ecos de la música gnawa y el repiqueteo de las olas que golpean las murallas es toda una experiencia que nos habla de tiempos pasados que quizá fueron mejores, pero con todo, Essaouira es uno de esos lugares que quedan anclados en el corazón y la memoria.
En el interior de la medina el corazón de la ciudad es la Plaza de Mulay el Hassan, una plaza muy concurrida y llena de encanto, donde podrás aprovechar para disfrutar de un café o de un té en alguna de las muchas terrazas.
La ciudad moderna se fundó en 1760 cuando el Sultán de la dinastía alauita Sidi Mohammed Ben Abdallah decidió crear un puerto en este emplazamiento que compitiera con el puerto de la ciudad de Agadir, que no acababa de controlar. Se encargó el proyecto urbano de la nueva ciudad a un ingeniero prisionero de origen francés, Theodore Cornut, que la estructuró conforme a criterios urbanísticos europeos, de ahí que la medina tenga un trazado europeo en forma de cuadrícula y las calles sean rectas y amplias, a diferencia del resto de las medinas del país. Precisamente de este hecho se deriva el nombre actual de la ciudad, Essaouira, que significa “la bien diseñada”. Essaouira acabó por ser el gran mercado al que acudían los comerciantes europeos y las caravanas procedentes del Sáhara.
Dentro de la Medina, merece la pena recorrer la calle Siaguin, donde trabajan los orfebres de la plata y la calle de Mohamed Ben Abdala, una calle comercial con numerosas tiendas que termina en el antiguo barrio judío (la Mellah).
Encontrareis muchas galerías de arte, restaurantes y cafeterías y tiendas de artesanos. Son reputadas la orfebrería en plata y los trabajos en madera de huya, cedro y ébano.
Frente al puerto, destaca la fortaleza de la Skala du Port, construida en la época del dominio portugués. Los portugueses establecieron en esta costa una avanzadilla militar y comercial. En 1506 construyeron el puerto y la fortaleza, que cuenta con dos torres defensivas, que permitían defender la ruta marítima y controlar la zona del puerto y la isla de Mogador. Desde ellas se tienen las mejores vistas de Essaouira. Sobre el muro almenado se alinean antiguos cañones españoles. El puerto es hoy en día el lugar más animado de la ciudad.
La ciudad nueva se extiende a las afueras de la muralla, con un paseo marítimo al sur y al este de la medina, donde se aloja una gran playa de arena fina con vistas a la bahía, donde poder realizar muchas actividades, como el sur, paseos a caballo, dromedario o en quad. En toda la franja costera, con frecuencia, soplan los vientos alisios, por ello la zona es idónea para la práctica del windsurf, siendo un punto de encuentro habitual de los amantes de este deporte. Otra de las actividades que se pueden realizar es la visita a la isla de Mogador en un barco turístico que bordea su costa. La isla de Mogador también se la conoce como Íles Purpuraires, lo que se traduce al español como islas púrpuras. El motivo es que durante las épocas fenicia y romana existía una factoría donde se obtenía la púrpura, un tinte que se extrae de un gasterópodo y que abundaba en sus costas. Hoy en día, es una isla deshabitada, que no se puede visitar sin autorización oficial y que es una reserva natural, hogar de los halcones de Eleonora, de abril a octubre.
DÍA 5.- ESSAOUIRA- SIDI KAOUKI- CABO SIM-CABO RHIR- TAGHAZOUT.
A unos 25 kms de Essaouira encontramos la conocida Sidi Kaouki, una antigua aldea de pescadores hoy en día transformado en un reducto hippie y algo bohemio.
La playa, kilométrica y casi virgen, es muy conocida por los amantes del surf porque los vientos alisios, que soplan allí con mucha frecuencia, lo hacen ideal para la práctica de este deporte.
También es muy visitada por los marroquíes porque Sidi Kaouki es la playa más cercana a la ciudad imperial de Marrakech.
Sobre un promontorio rocoso un edificio blanco recuerda que éste es un lugar de peregrinación. En esa pequeña construcción se encuentran los restos mortales de un santo sufí conocido por sus poderes sanadores cuyo nombre dio lugar a la población.
Realmente Sidi Kaouki es un oasis de paz, con ambiente chill out.
DÍA 6.- TAGHAZOUT-IMMOUZER (EL VALLE DEL PARAISO)-MARRAKECH.
Tagazhout, junto con Sidi Kaouki es parada obligada por hacer un “surf safari”. Es una agradable localidad de pescadores que progresivamente va siendo ocupada por extranjeros que enamorados de lo que ofrece una vida tranquila en contacto con la naturaleza y el mar fijan aquí su residencia temporal, aunque sigue manteniendo la esencia de su espíritu local. Haremos un breve recorrido por la Bahía de Taghazout y estaremos una hora por el pueblo, porque el plato fuerte del día de hoy es el Valle del Paraíso.
A poco más de cincuenta kilómetros de Taghazout hacia el interior, una carretera estrecha que sigue un rio de montaña, el Asif Ankrim, bordeado por maravillosos cañones nos conduce hasta el Valle de Tifrit, de extraordinaria belleza, de ahí el nombre por el que también es conocido : El Valle del Paraíso. Numerosas lagunas y remansos del río donde bañarse en un paisaje dominado por montes calcáreos, ricos en fósiles, cubiertos de palmeras, tuyas, olivos, almendros, campos de azahar y arganes. Una auténtica experiencia para los sentidos que nunca olvidaréis. Pasaremos la mitad de la jornada disfrutando de su bello y agreste paisaje.
Tras el almuerzo nos dirigiremos a la localidad de Imouzzer, ciudad bereber asociada a la tribu de los Ida Outanane. Visitaremos las piscinas naturales de la Gargante del Assif Tamraght y las cascadas del Uadi Tinkert, que sólo tienen caudal en invierno y que descienden sobre paredes de rocas calcáreas de blanco inmaculado, por ello, se llama a estas cascadas “velo de novia”. Pocos kilómetros al sur se encuentran las cascadas de Ait Lahasen.
Si el tiempo nos lo permite, visitaremos la pintoresca aldea de Talmat, donde se encuentran los restos de un “agadir”, el Agadir Igher Gharene. Os recomendamos consultar la sección de arquitectura de la página, donde encontraréis información detallada sobre estos típicos graneros comunales que son los agadires, una construcción propia de la arquitectura bereber.
Tras esta intensa jornada regresaremos a Marrakech.
Fin de nuestros servicios.
El circuito INCLUYE:
- Traslados de llegada y salida de su hotel/riad.
- Transporte durante todo el recorrido en vehículo privado de alta gama con aire acondicionado y conductor guía acompañante de habla hispana.
- Visitas detalladas en el programa.
- Alojamiento en Riad u hotel, en régimen de alojamiento y desayuno, salvo contratación de media pensión (desayuno y cena).
- Tiempo libre para recorrer las visitas detalladas en el programa, así como las paradas que se soliciten para pasear o realizar fotos.
El circuito NO incluye:
- Vuelos internacionales.
- Bebidas.
- Propinas de visitas.
- Almuerzo de medio día.
- Entradas a museos y monumentos históricos.
- Todo lo NO especificado en “el precio incluye”.